Skip to main content

Muestra en la Sala de Exposiciones temporales de la Casa Recuerdos de la Beata Inés en Benigànim

Monasterio de la Purísima Concepción, San José y la Beata Inés. MM. Agustinas Descalzas de San Juan de Ribera

A diferencia de la exposición permanente en donde se exhiben continuamente aquellos objetos que rodearon la vida monástica de la Beata Inés y su Comunidad en la sala de exposiciones temporales las Agustinas Descalzas quieren aquí compartir piezas de su clausura con todos los visitantes de la Casa Recuerdos, siempre vinculadas con un tema relacionado con la Beata.

Por este motivo la exposición de este año (2019-2020) lleva por lema EL PAN DEL ALMA, en alusión a una frase de la Beata Inés, muy devota de la Pasión del Señor. Ella acostumbraba a decir que así como el pan sustenta el cuerpo, de la misma suerte la meditación de la Pasión alimenta el alma. Pues ella tenía su primer y principal libro de meditación en contemplar a Cristo Crucificado.

Considerando esto nos recibe al inicio del itinerario expositivo una representación del Calvario. Es un grupo escultórico, tres imágenes, realizados en madera tallada y policromada seguramente en el siglo XVIII. Aunque en el barroco ya no era habitual aquí el escultor hace servir una técnica llamada perspectiva jerárquica, por la cual para significar al personaje más importante desproporciona una figura haciéndola más grande. De este modo Cristo crucificado es de mayor tamaño que las figuras de la Virgen Dolorosa y San Juan que lo acompañan. Como curiosidad podemos observar que el orfebre que realizó la aureola de San Juan pone un libro, un tintero y una pluma para recordarnos que escribió uno de los cuatro Evangelios. Aquí, justo al lado del Calvario, se custodia, protegido por una urna del siglo XIX, un relicario de plata del LIGNUM CRUCIS, en el centro del cual se puede ver claramente una astilla que según la tradición pertenece a la verdadera cruz de Cristo.

Siguiendo el itinerario marcado nos hallamos frente a la vitrina. La primera de las piezas allí expuestas, y también la más llamativa, es una capa de terciopelo negro, bordada a mano en hilo de oro. La capa está fechada en 1912 y el trabajo lo realizó una señora llamada doña Carmen Campillo. El motivo central representa la escena en la que Jesús, desclavando sus manos del madero, abraza a la Beata, en una de las experiencias místicas que más ha trascendido de la vida de la Beata. Al lado vemos un óleo que representa el momento inmediato a los azotes que padeció Jesús atado a la columna y junto a esta pintura una verdadera joya, una pequeña imagen del Niño Jesús al que las religiosas llaman cariñosamente el “Nazarenet”. Probablemente sea una talla del siglo XVII y es una pieza muy común de las comunidades de clausura femenina de este tiempo. El niños Jesús, desnudo, apoya su cabecita con los ojos cerrados sobre su mano a la vez que su brazo descansa sobre una calavera, símbolo de la penitencia. En estas curiosas imágenes se representaba que el Niño Jesús soñaba con la Pasión que en el futuro debía sufrir. En el estante de abajo un cáliz con catorce medallones esmaltados con las estaciones del Vía Crucis y una edición, del siglo XVIII, de LA PASIÓN DE CRISTO, un libro que escribió la Madre Juana de la Encarnación, Agustina Descalza del monasterio de Murcia, en donde escribe su particular visión de las últimas horas de Nuestro Señor Jesucristo.

En la parte adjunta hay un lienzo de técnica tenebrista que apenas deja ver los rostros de Jesús cargado con la cruz y el del Cirineo ayudando en esta tarea. Abajo se conservan dos paneles cerámicos procedentes de los claustros de las Agustinas Descalzas, con Jesús consolando a las mujeres de Jerusalén y el Descendimiento.

Después encontramos la pieza central de la Exposición. Se trata de un óleo sobre lienzo desconocido por completo en la iconografía de la Beata Inés por hallarse desde hace más de un siglo en manos privadas. Hace cosa de año y medio salió en pública subasta y lo adquirieron los marqueses de Jaureguizar quienes amablemente lo hicieron saber a las religiosas y se comprometieron a cederlo para una exposición como así lo han hecho. La obra la firma Antonio Viladomat en el siglo XVIII, y por la trayectoria del pintor y sus clientes habituales se cree que originalmente podrían haber encargado la obra las Agustinas de Ulldecona o las de Barcelona.

El lienzo representa una visión de la Beata en la que el Señor se le aparece cargado con la cruz y le invita a que le ayude a llevarla. El pintor para hacernos ver que se trata de una visión y que en el mismo espacio se representan una realidad terrenal y otra espiritual ilumina el rostro y las manos de la religiosa a la vez que oscurece y diluye la figura de Cristo. A la derecha del cuadro, protegidas por una urna, hay una colección de estampas y grabados de la Beata en la misma escena del cuadro, la del bordado de la capa y de otros temas como una estampa del Cristo del Salvador acompañado de varios santos entre ellos la Beata Inés de Benigànim.

A continuación hay un óleo sobre lienzo con el Ecce-Homo, obra barroca, posiblemente del siglo XVII o XVIII. Bajo el cuadro la cabeza de un Cristo hallado en el pozo del monasterio de las Agustinas Descalzas de Segorbe. Se interpreta que puede ser la única pieza hallada de un Crucificado destruido durante la Guerra Civil. Junto a estas piezas hay una urna del siglo XIX con un calvario de marfil que tiene como curiosidad que a Cristo Crucificado le acompañan Tobías y el Arcángel Uriel en una escena del Antiguo Testamento.

Finalmente cierra la exposición la que es una de las principales reliquias secundarias de la Beata, EL REDONET. Es una estampa del Ecce-Homo, con la cual seguía el rezo del oficio divino en el coro con las demás religiosas. Antes de morir lo regalo a su confesor, el párroco de Benigànim Felipe Benavent, quien a su vez lo cedió a sus sucesores. Por este motivo se ha conservado siempre en la Casa Abadía y desde el año 1954 en un altar de la iglesia parroquial. Desde la muerte de la Beata en 1696 no había vuelto al monasterio. Lo ha hecho ahora con motivo de la exposición.

agustinas descalzas renovación web 2020 (3)